Cuba es un país extremadamente seguro para moverse por sus ciudades. Eso facilita que los que nos dedicamos a pintar con luz podamos movernos y fotografiar con bastante facilidad. Aunque cuidado, tampoco hay que pecar de ingenuo.
La Habana es sublime, cada rincón nos muestra miles de maravillas.
Desde el castillo del Morro, bien temprano o al atardecer, podemos apreciar La Habana en todos esplendor, además de las maravillas propias de este lugar.
Pasar por El Túnel de La Habana, en un descapotable de los años 50, puede ser una buena oportunidad para tomar una foto distinta.
La muy conocida y fotografiada Plaza de la Revolución.
Muy interesante y fotogénico el Proyecto Comunitario Muraleando en el barrio de Lawton
El Cementerio de Colon que tanto aprecio.
En Santa Fe, Fuster, artista cubano de nombre internacional, ha cubierto casi todo su barrio con su arte.
Salir de la Habana también será bien recompensado.
Cienfuegos, la ciudad afrancesada de Cuba.
Trinidad, en Sancti Spiritus, nos lleva 500 años al pasado. Un paraíso para nuestros ojos y lentes.
No se debe perder la oportunidad de fotografiar este lugar durante La Hora Azul o en la noche.
Puro paisaje...
... y también conocer costumbres y formas de vida en Cuba.
Manaca Iznaga, mucho turismo y ventas, así que hay que buscar la fotografía que pueda ser distinta. Pero los clichés a veces no se equivocan tanto.
San Isidro de los Destiladeros es ese lugar distinto que nos saca de la avalancha de turistas.
